5/17/2014

De la voluntad y el deseo…



Me sudan las manos, y podría jurar que no mando en mi cuerpo. Dentro de mi cabeza hay una disputa, tal vez se me nota: se me ponen los ojos como perdidos, y no hay señal de ninguna sonrisa. Sufro cuando peleo conmigo misma, porque soy mi mejor amiga, pero también soy mi enemiga, la peor de todas, sino me mido. Sé lo que quiero, eso es lo peor de todo: Que Soy consciente de mis actos. Pero es que a deseo le gusta el licor, y voluntad en cambio bebe como pajarito. El deseo invita a voluntad a beber, ella acepta porque él (como él a mi) se le hace irresistible. Tras unos tragos comienza a flaquear, pero sigues siendo consciente, sabés que lo que vas a hacer está mal. ¿Para qué eso de lo que está bien o está mal?- fácil-, si te dicen que está mal, de inmediato quieres averiguar que se siente. No es que me falte voluntad, es que mi voluntad está convencida de que te desea, está perdida mente untada de amor. Y si ella ama, y el desea, ¡nada que hacer! la pelea estaba perdida desde el principio. O quizás nunca la hubo, y sus intenciones estaban amañadas. Confabularon este plan, para hacerme creer que estaba consciente, jugaron a su favor, fingieron enfrentarse, cuando en realidad iban de la mano, se revolcaban, y tenían sexo, todo esto en mi cabeza, seguramente cuando veía un programa estúpido en la TV. Estoy perdida. Se han enamorado. Ella hace lo que él le place, y yo, OBEDEZCO. 

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