3/27/2017

¿Y si les confesara que es esa mi adicción?

No hay nada que me mate más que la monotonía, que la uniformidad, y podría decirlo, que la comodidad. Es como si necesitara en mi vida, alertas para asegurarme de que sigo viva, de que aún se me eriza la piel y me flaquea el corazón.

Lo sé, que para muchos la tranquilidad les basta, que adoran su zona de confort y que un cambio les parece lejano, difícil e innecesario.

Soy lo contrario a estas personas, para mí el cambio es una droga, una adicción; y esto no quiere decir que no pueda tener cosas permanentes en mi vida, aunque parezca, quiere decir que como yo lo veo, no hay una sola manera de verla, de vivirla, de sentirla.

No me creo única en este mundo, con estas ansias de estar siempre en movimiento, en transformación, por eso tampoco renuncio a mi deseo de enamorarme, de tener una familia, tal vez sea más difícil para mí encontrar con quien compartir esta y otras adicciones, pero sino lo fuera, tampoco me atraería la idea de encontrarlo.

A los ojos de muchos, puede parecer extraña, desequilibrada e indecisa. No lo soy, tomé una decisión hace ya varios años y eso no quiere decir que mañana no piense diferente, porque cambiar todo lo que me moleste de un día para otro, las veces que considere necesario para sentirme feliz, no puede ser un error.


Soy cambio y mañana quién sabe, decida quedarme con una sola opción.

MªL