4/01/2012

Contenerse



Con la palabra en la boca,
Y el gesto exiguo
apresado en los labios,
que abuchean lo pertinente
del silencio que se oye.

Hielo



Su piel se comenzó a cristalizar,

Ha dejado de sentir.

Refleja el orgullo en masa

La materia muerta del amor,

Que quema al tacto, y que enfría el calor.

Es tan inmóvil, como una pared

Una pared que no se puede trasgredir

Una pared traslúcida.

Que encierra el dolor

Y no lo deja salir.

Que aún sin Gesto, que aun sin expresión

Refleja el fin.

Tiempo que no ha sido gastado



Los días lentamente consumen las noches

Y el tiempo nos consume a todos

Que somos tiempo que no ha sido Gastado

Los sueños, y las ilusiones son crueles mentiras atemporales.

Juegan con la mente, en lugares donde nadie ha estado,

Y aunque grites, nadie puede escucharte.

Tan solo un movimiento de ojos,

Que no es visible tras los parpados.

El tiempo lo consume todo, todo lo que es finito

Lo que puede ser olvidado.

Envejece rostros, y desgasta al cuerpo

Y a la mente le arrebata lucidez

Es ahí cuando ella quiere regresar

A lo que ha memorizado,

Y revivir lo amado.

Uno que otro día


Me gusta recordar sus lados angulosos

sus comisuras, las de los labios

las de sus ojos…

las de sus orejas, llenas de terminaciones

de nervios, y de secretos.

De mi le he dicho pocos…

Me gusta su sonrisa llena de picardía

Llena de palabras no dichas…

Que han sido guardadas para otro momento

Que a otro lenguaje han sido traducidas

El de los besos, el de las miradas, o el de las caricias.

Pienso que no quiero pensarte,

Solo te quiero besar, al son

De una que otra canción,

De Uno que otro día.