1/06/2015

Nuevas Letras

Me encanta no saber el color de tus ojos, más extraño aún, voltear a mirarte y sentir que debo tomar esa ola, ese riesgo. Aún sin saber hacerlo, aún sin saber a dónde puede llevarme. Lo único que me interesa sentir ahora, es vida. Me avergüenzo cuando me delata la sonrisa y estás mirándome los labios queriendo besarme. ¿De qué color son? no lo sé y ¡a quién le interesa! Solo sé que me pierdo en ellos cuando intento descifrarlos, que son fríos como el ártico, pero vos ardés. ¿O soy yo? O más bien son grises como los días de invierno, perfectos para quedarse en cama intentando besarte con los ojos cerrados, o que me beses, ¿yo que sé? O podría simplemente dejar de mirarte… ¿de que me perdería que no haya ganado ya, al conocerte?