Y termino por convencerme, de que ya no te amo,
Ni tiemblan mis articulaciones cuando te vibra la voz
Mucho menos se me eriza la piel cuando me tocas,
Eres como el viento que me ha rozado siempre sin ser
Preciso que lo note…
Puedo mirarte a los ojos y decirte
Con seguridad que… A menos que… sonrías,
puedo mantenerme en pie frente a tu cuerpo.
¡Hasta que sonríes!
y me quiebras en mil pedazos,
Quisiera entonces que alguien me atara a un árbol,
Y me amordazara los labios tan fuerte q aunque matara
por tu boca, no podría besarla.
Se me humedece el cuerpo, me sudan los ojos
Y la piel me ruega por la tuya,
Ya no puedo mirarte más, cuando noto que estas sonriendo.
Porque cuando sonríes, es como si me besaras de nuevo la vida.
Debo pedirte entonces que sonrías entredientes,
Y me beses el alma con la boca cerrada,
Juro que si lo haces, intentaré no entorpecer
Ni tropezar de nuevo al principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario