1/01/2014

Ser



No pensé que ser, lastimaría a alguien. Se suponía sobremanera que solo podía lastimarme a mí. Y lo hace. Cuando no logro contener los alcances de sentir sin consentir. Esos, mis pensamientos amplia.mente divididos, mi rostro doble, mi psicopatía desequilibrada, mis yos, mis ellos. No estoy preocupada realmente por juicios, si en un principio lo hubiese estado; seguramente hubiera actuado igual que el resto, a la medida de lo moralmente permitido. Pero esa no soy yo. He tenido amplias discusiones conmigo misma, y me he reconciliado aun siendo totalmente contradictoria. Y tengo la seguridad de que ni mi corazón ni mi cabeza, funcionan, si no hay un acuerdo entre ambas. Sé quién soy, es solo que no pensé que estuviera mal. Por lo menos no dentro de lo que yo opino de esa palabra. Que tiene más de pura que de sucia. A menos que, siendo el peor de los casos, esta concepción propia sobre lo que está Mal me hubiera sobrepasado, y usurpa mi nombre, y lastima en mi nombre. Jamás quise ser una rosa hermosa que hiere si te acercas demasiado, ni que tener sexo conmigo pudiera resultar en una situación espinosa y tóxica. Mucho menos que de mí, resultara una experiencia desagradable, el conocerme. Debí saber, que al querer ser lo más natural posible, me exponía a leyes inexorables de la naturaleza; como que aquello que más brilla, tiene mal sabor y destila veneno. 

Siendo entonces un animal potencialmente mortal, y llamativo, me expongo a lastimar, aun sin intenciones preconcebidas. Auto.sabotaje lo he nombrado en algunos versos. Dejar que el miedo te inunde y defenderte, aun sin haber sido atacada por nada más que vos misma. Sé que no existe perfección en mis esfuerzos por permanecer intacta, aislada, de lo que pudiera quebrantar el hielo que me mantiene fría. Siento. Y en ocasiones amo. Con intensidad tal, que me hace cálida al tacto, y confortable. Un lugar seguro para un sueño tranquilo. 

Soy buena, tanto como parezco no serlo. Y eso lo sé. Es solo que jamás quise ser hipócrita, y he preferido ser la rana colorida y venenosa, y no la mosca muerta en su lengua. Ninguna de las dos es una cosa o la otra. Para su suerte, ellas no pertenecen aquí, y nadie las señala por su viscosidad, o sus malos hábitos de comer mierda y cosas muertas. Ellas son. Como yo esperaría ser.

Simplemente son, instinto: Una mezcla perfecta entre la necesidad, y la lógica. Y yo, le anexo el corazón. Nada condiciona su comportamiento, más, que su propia naturaleza.

Tal vez aún esté buscando tal equilibrio,

Equivocándome, hiriendo, hiriéndome, cayendo, recapacitando, perdonando, pidiendo perdón, perdonándome. 



VIVIENDO, Y SIENDO FIEL A MI MISMA. INTENTANDO NO LASTIMAR A NADIE EN EL PROCESO.


MªL

No hay comentarios:

Publicar un comentario