Cuando él no está

Me di cuenta, que amo sus defectos. La equívoca construcción de su personalidad, en ocasiones apática. Sus lapsus en otros mundos,

-¿Ah?

-Nada, olvídalo.

A él y su manera tan complicada de querer resolver un problema sencillo, tal vez no le gusta la facilidad. Me resulta curioso por ser así, su carácter inflamable, y quien lo diría, volátil. Tan al borde de explotar y hacer daño, y al mismo tiempo tan sensible a las vibraciones. Comienzo a entender.

Porque me di cuenta que son esas diminutas diferencias, las que más recuerdo cuando él no está.

-¡Cuando no estuviste!

Uno intenta recordar lo malo, y no se da cuenta hasta que sonríe.

Les puede sonar desfachatado (la palabra misma lo es), pero hoy he optado por pensar que los defectos enamoran, mucho más que la perfección.


MªL