8/20/2015

Ideas

Mi cabeza insiste, en negar lo que dice mi cuerpo. Y a veces el cuerpo me niega también lo que pienso. ¿¡Como diferenciar entre una idea fuerte, y una real¡? Entre una que influencia, ocupa, posee, arrebata voluntad. Y esa otra, aquella que es lo que es pero ignoras porque es pequeña, y se ve falsa en comparación. Como dejar de sonreír cuando me miras, o evitar mordisquearme el labio cuando pienso en los dos. Tan involuntaria es la verdad, que se me escapa por el cuerpo, es expulsada por mis poros, y me empapa las piernas. Arrebata esa razón, que miente por ser moral, ética, o demasiado coherente para un mundo tan loco. Mentirosa es la razón porque no creo que el cuerpo pueda siquiera disimular una caricia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario